Ok, así que es uno de esos miércoles donde entre una clase y otra tengo tiempo libre… *sarcasmo* En verdad, sí me sorprende que no estoy con prisas para entregar algo para la próxima clase. Entonces se me ocurrió hablar un poco acerca de un tema que tocamos en dos clases, la cultura.
Fue random como este tema tocó en dos clases diferentes, con puntos de vistas diferentes, en un corto tiempo una de la otra. Pero fue interesante ver a las demás personas, que como yo, viene de otras culturas diferentes a esta (estadounidense, no americana), y diferentes a la mía; y cuál ha sido su experencia en este tiempo. Y también ver comentarios de dominicanos que están viviendo lo mismo que yo pero de manera distinta a la vez.
Es interesante, porque me doy cuenta de que los mmm… «hábitos» de las personas en dominicana, a los que yo soy ajena o no practico porque a mi parecer no me agradan (ej. beso en la mejilla al conocer/saludar a alguien, fijarse/comentar en la forma de demás personas); son, entre otras cosas, los comentarios que salieron a relucir en ambas clases como cosas que les parecen extrañas. Será por eso que me siento de lo más cómoda…
Otras cosas también como la informalidad o «casualidad» de la comunicación con las personas rangos más altos, así como de la vestimenta a clases, fueron otros comentarios; en comparación con lugares donde hay más formalidad y respeto al referirse a un superior (ej. profesor). El tiempo y la puntualidad (desde la perspectiva de hacer negocios), donde salió a relucir que no somos la única cultura que dice a las 5:00 pm y se refiere a las 6:00 pm, o algo así.
Y también características que tienen más valor en unas culturas más que en otras (ej. comunicación no verbal, emoción/sensación, jerarquía de poder, contacto físico).
En general, fueron discusiones muy enriquecedoras. Aunque hubo aportes de dominicanos que no compartí del todo, simplemente porque en cierto sentido alabaron cosas que realmente muestran debilidad en la cultura norteamericana. Pero es bueno compartir puntos de vistas y conocer en qué medida mi experiencia es más o menos igual que los demás, dominicanos o de otros países. Sentirme identificada o entender mejor mi proceso de adaptación.
Puedo concluir, por ahora, porque aunque me faltan cosas por ver y aprender, que si bien es cierto que esta cultura es (muy) individualista (en comparación con otras) y que hacer lo que ellos llaman «small talk» es sólo por tener de qué hablar no porque les interesa (aunque quedarse callado es otra opción que tampoco les molesta); también las personas en general son amables y tiene modales (aunque no digan buenos días al subirse a la guagua), tienen respeto por la forma de vida del que se sienta al lado, hay muy buen servicio al cliente (business-wise), y de alguna manera no les molesta ayudar – al menos, me he topado con varias personas así, y eso es inesperado.
Por otro lado, siempre recuerdo algo que me sucedió unas semanas antes de venir a estudiar, cuando aún laboraba, con el frutero que estaba cerca de la empresa. Le dije, con una de mi sonrisas: «Deme $10 pesos de guineo, de los más lindos por favor!» Y el señor, de lo más diligente y con una sonrisa, me dijo «Pero claro!» y me pasó tres guineos en lo que yo considero justo el estado para comerse. En ese momento pensé que eso es lo más amo de mi país y es lo que pienso es más intrínseco de nuestra cultura.
Claro, no todos los fruteros son así, y en general no todos los dominicanos son así hoy en día supongo… Pero esa cálida sonrisa que es tan nuestra es la que intento llevar a donde voy como extranjera que soy :) Con suerte, puede que así sea percibido por las diferentes personas que conozca aquí.